Es lo que le sucede a las arañas Selenopidae o también conocidas como arañas cangrejo de pared debido a sus patas laterígradas -orientadas hacia el frente- que les hace moverse de manera parecida a la de los cangrejos.
Debido a que las arañas no tienen alas -por lo menos de momento- los científicos habían asumido que tenían poco control sobre su destino al final de la caída.
Sin embargo, un estudio demuestra que la araña controla su descenso llegando a alcanzar alguno de los troncos del entorno con un alto tanto por ciento de éxito.
Para el estudio, los investigadores arrojaron a 59 individuos desde una altura de 25 metros
El secreto de estas arañas, según los autores del trabajo publicado en el Journal of the Royal Society Interface, se encuentra en su cuerpo plano y la forma en que estiran las patas para dirigir el vuelo.
Para el estudio, los investigadores arrojaron a 59 individuos desde una altura de 25 metros y en el 86% de las ocasiones las arañas consiguieron dirigirse hasta la seguridad de un tronco en lugar de caer al suelo, donde corren un gran peligro.
Mira el video que prepararon los científicos
Los experimentos posteriores en un túnel de viento mostraron que las arañas inclinan la cabeza hacia abajo y hacen cambios rápidos en la orientación de sus patas para dirigir el vuelo, tal y como hacen los paracaidistas cuando planean.