El sexo con animales es una de las parafilias más extremas, que recibe el nombre de zoofilia y se caracteriza por sentir atracción y excitación sexual hacia animales de diversas especies. Si bien la sexualidad es algo inherente a la condición humana, existen algunos trastornos que salen de la norma.
Y es justo allí en donde entra la zoofilia, que ha sido considerada por los psicólogos y psiquiatras como una desviación del deseo sexual. Hoy en día paso ha ser considerada por muchas personas como un asunto en el cual se ve comprometida la moralidad de la persona, involucrada en actos lascivos contra animales.
Zoofilia
Cuando se habla de sexo con animales es preciso ver un poco más allá de lo evidente y dejar a un lado los juicios de valor moral que se puedan tener y comprender que se trata de una patología que afecta por completo la vida de quien la padece.
Las personas con zoofilia o bestialismo, solo sienten satisfacción sexual al tener contacto con animales; lo que puede acarrear graves consecuencias, en primer lugar a nivel fisiológico, al exponerse a enfermedades y a nivel psicológico, con un creciente deterioro.
Las personas que practican la zoofilia, generalmente van presentando una merma en cuanto a su capacidad para relacionarse con otros seres humanos. Lo que genera un deterioro significativo en cuanto a sus relaciones interpersonales, llegando incluso a afectar su vida laboral.
La causa de esta parafilia no se ha podido determinar, pero se cree que juegan un papel importante diversos factores que se conjugan, teniendo como resultado la zoofilia. Este trastorno es muy poco frecuente en la población en general y sus prácticas son muy restringidas. En muchos casos se asocia con la presencia de algunas enfermedades mentales.
Personas que tienen sexo con animales
Para algunas personas el sexo con animales es la manera de satisfacer sus deseos. En estos casos, se ve comprometida la moral del practicante; por lo que suele ser una actividad que se realiza en secreto, lejos del conocimiento de terceros.
Este tipo de prácticas traen consigo una múltiples variedades de problemas que pueden comprometer gravemente la salud de los involucrados; no solamente a nivel físico, sino también a nivel psicológico. El contacto sexual con animales puede transmitir una gran gama de enfermedades.
Pero los riesgos y consecuencias no solo se limitan al aspecto físico; pues generalmente, la zoofilia va acompañada de una gran carga de vergüenza que genera altos niveles de ansiedad e incluso pueden llegar a producir depresiones significativas.
El malestar generado, posteriormente al encuentro sexual con animales, suele ser bastante pesado; por lo que la persona termina sintiéndose muy mal y se juzga duramente por no tener control de sus impulsos y por la actividad que acaba de realizar.
Es por ello que se hace indispensable el acudir a un especialista en búsqueda de ayuda. La zoofilia no es un asunto que se pueda resolver fácilmente sin contar con la intervención de una tercera persona, preparada para abordar el caso.
