Hoy en día, los sistemas de calefacción centralizada no disponen de ningún dispositivo ni contador individual que permita conocer el consumo concreto y pagar, por tanto, solamente por el realizado.
Cada hogar con calefacción central paga una cuota fija al mes en función de la superficie de la vivienda e independientemente del uso del que disfrute.
¿Por qué tienes que pagar más que tu vecino de al lado simplemente porque tu casa es más grande, aunque apenas estés en ella y él abra constantemente las ventanas de par en par?
La calefacción se incluye en los gastos de la comunidad y se paga una cantidad que no varía a lo largo del año. Básicamente, cada vecino paga según los metros cuadrados de una vivienda.
Así, por ejemplo, puede darse la circunstancia de que una familia numerosa, sea cual sea el uso que realice de la calefacción, pague lo mismo que un vecino que vive solo, que el matrimonio que abre dos veces al día la casa de par en par para ventilar o para refrescarla, o que la pareja de jubilados que se escapa todo el invierno a otro lugar y deja la vivienda vacía y con los radiadores cerrados.
Sin embargo, a pesar de la dificultad de utilizar estrategias para contener los gastos en un sistema de calefacción central, se pueden importar algunos mecanismos puntuales y llevarlos a la práctica, aunque tengan que ser decididos por todos los vecinos del inmueble.
De ser aceptados, entre los planteamientos para fomentar el ahorro estarían los siguientes 5 mejores consejos para no gastar demasiada calefacción en la comunidad de vecinos.
1.- Coloca un termostato programable.
Apaga la calefacción cuando no vayas a estar y enciéndela a temperatura moderada un poquito antes de necesitarla.
Frente al mito de que dejarla encendida gasta menos que apagarla y encenderla, está comprobado que regularla en las horas que vayamos a necesitarla te ayudará a ahorrar dinero en calefacción.
2.- Limítate a una temperatura de confort.
No subas la calefacción tanto que tengas que ir de manga corta dentro de casa. Es invierno, lo normal es que tu ropa sea más abrigada.
3.- Compare las ofertas por compañía.
La flamante Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC; en España) le ofrece un singular servicio a través de Internet que le facilita las cosas para esta tarea, que no suele ser fácil.
Esta sencilla herramienta se conoce bajo el nombre de comparador y le permitirá escoger las ofertas de cada empresa en función del consumo de su hogar.
4.- Adelanta el cierre del servicio.
Es frecuente en este tipo de calefacción central que muchos hogares cuenten con este servicio en los meses de abril y mayo. Si bien es cierto que hay años en que el frío perdura más allá de mayo, lo habitual es que en abril las temperaturas suban y el ambiente sea más agradable.
El cierre del servicio a comienzos de abril o finales de marzo supone un ahorro adicional que afectará a un mes, como mínimo.
5.- Revisa la caldera.
Una caldera vieja o con frecuentes problemas, además de quebraderos de cabeza, puede aumentar el gasto. Revísala antes de que llegue el frío y asegúrate de que no tiene fugas o mal funcionamiento. Si es muy antigua, te recomendamos cambiarla por una más eficiente.
Y a ti, ¿se te ocurre algún truco más? Compártelo con nosotros.
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