Kalea Avery, de seis años, les dijo a sus padres, Duncan y Nohea, que tenía dolores de cabeza. Cuando nada parecía hacer desaparecer el dolor, Duncan y Nohea llevaron a Kalea al hospital para un chequeo.
Fue una visita al médico la que marcó el inicio de una nueva realidad para la familia de California.
Kalea fue diagnosticada con meduloblastoma, un tumor canceroso pero curable que comienza en la base del cráneo y se disemina a otras partes del cerebro y la columna vertebral.
Mientras Kalea estaba preparada para la cirugía, su hermano de 4 años, Noah, comenzó a mostrar un comportamiento muy extraño. Dormía más de lo normal; seguía señalando su cabeza, quejándose de dolor; y estaba especialmente tambaleante de pie.
Al principio, Duncan y Nohea pensaron que Noah estaba experimentando estrés y ansiedad debido a los problemas de salud de su hermana. Nada los preparó para la siguiente ronda de noticias.
Es un caso que dejó al equipo médico completamente desconcertado. Noah fue diagnosticado exactamente con el mismo tumor que su hermana Kalea, y en el mismo lugar.
Los médicos nunca habían visto un caso de dos hermanos diagnosticados con el mismo tumor en tan poco tiempo.
Kalea se sometió a una cirugía para extirpar su tumor . A Noah le extirparon el tumor únicamente 14 días después.
Ahora, mientras los hermanos se preparan para rondas rigurosas de quimioterapia y radiación, tienen el mejor apoyo: los unos a los otros.
Desde que Duncan y Nohea dejaron de trabajar para poder estar con sus hijos, se ha organizado una recaudación de fondos para ayudarles a cubrir los gastos médicos. Hasta el momento de redactar esta nota,ha recaudado más de 100.000 dólares.